SABANA GRANDE, REMANSO DE QUIETUD Y DE PAZ
En la segunda mitad del siglo XIX, Sabana Grande era apenas una aldea situada en medio de una gran sabana, que se extendía desde el río Guaire hasta las faldas del Ávila, de allí su nombre. Rodeada de fértiles estancias de frutos menores, y cerca de las haciendas de caña: Bello Monte e Ibarra, el pueblecito constaba de una calle propiamente dicha, es decir, el camino real que iba de Caracas a Petare y a los Valles del Tuy, camino polvoriento o fangoso según la época del año.
La calle principal la formaban casas de una planta con corredores, cuyos techos de tejas los sostenían gruesos horcones de madera. Abundaban las pulperías, rancherías, o sea, mesones para arrieros, con caballerizas y cobertizos para los carros.
A la entrada del poblado y del lado sur de la calle había amplias casonas de corredores con pilares y pretiles. Para protegerlas del polvo, estas casas estaban separadas del camino por un amplio espacio sembrado de árboles o un jardín, y al fondo tenían su huerto al estilo español. Así, el pueblecito de Sabana Grande, laborioso y tranquilo vivía feliz entre el río Guaire de aguas límpidas y abundantes- y el Ávila -altivo y majestuoso centinela del valle de los Caracas.
El Pbro. Dr. Juan José Bolet, de esta arquidiócesis, había acompañado a monseñor Silvestre Guevara y Lira, Arzobispo de Caracas y Venezuela, en su destierro en la Isla de Trinidad, debido a la persecución del Presidente Guzmán Blanco a la Iglesia, y a principios de 1877 el Padre Bolet pasaba una temporada en compañía de sus familiares en la casa que, en la calle real de Sabana Grande, tenía su hermano, el escritor y costumbrista Nicanor Bolet Peraza.
Sabana Grande, remanso de quietud y de paz, era un sitio propicio para la meditación y el estudio, pero le faltaba algo. Tal vez, a la caída de la tarde el Padre Bolet contemplaba el regreso de los campesinos a sus hogares: unos con las azadas al hombro, otros seguidos de sus yuntas de bueyes, y se daría cuenta de que en esta hora plácida del atardecer no se oía en los aires la voz de la Iglesia, el tañido de una campana que invitara a los hombres a la oración, al rezo del avemaría. Era una triste verdad, pero en Sabana Grande no había ni siquiera una capilla.
LA ERMITA: FUNDACIÓN DE LA PARROQUIA
El padre Bolet, sacerdote celoso y emprendedor, escogió un terreno apropiado, y con la colaboración de los vecinos construyó una Ermita y su casa cural, precisamente en el sitio donde hoy se encuentra el templo parroquial.
El día 4 de noviembre de 1877 se fundaba la Parroquia de la Inmaculada Concepción y San José de El Recreo. Ya el pueblecito no se llamará Sabana Grande, su nombre será en adelante: «El Recreo».
Los linderos de la nueva parroquia eran los siguientes: Norte: la fila maestra del cerro El Ávila. Sur: el río Guaire. Este: Quebrada de Chacaíto, desde su nacimiento en la fila del Ávila hasta su confluencia con el río Guaire. Oeste: antigua Quebrada de los Hornos, desde su nacimiento en la fila del Ávila hasta su confluencia con el río Guaire (esta quebrada pasaba por detrás del Colegio de los Salesianos, en Sarría).
En la casa cural, el Padre Bolet fundó la «Escuela del Niño Jesús», y el 4 de octubre de 1878 se instaló la Cofradía del Apostolado de la Oración. La imagen de la Inmaculada Concepción, Patrona del pueblo, que se veneraba en la primitiva ermita, aún se conserva en el templo actual; desde hace más de ciento cuarenta ochenta años ella preside la vida espiritual y piadosa de El Recreo. Los vecinos ancianos de estos alrededores la llamaban «La Viejita», у tenian para Ella un cariño filial.
El Padre Bolet, fundador de la parroquia, abrió el surco y plantó la semilla; el Señor, dueño de la heredad, la bendijo e hizo que naciera y creciera el árbol, y éste, extendiendo sus ramas, dio y sigue dando sazonados y abundantes frutos. Como el Padre Mohedano, cuando construía el templo de Chacao en 1769, bien pudo haber exclamado 108 años más tarde el Padre Bolet: <<Morir después de haber levantado un templo y de haber sido útil a mis semejantes, será mi más dulce recompensa». No le fue dado al Padre Bolet ver el templo con que acaso soñaba y como lo tenemos hoy en El Recreo, pues falleció en Caracas el 4 de abril de 1880, a los 39 años de edad.
Después de la muerte del Padre Bolet, la Parroquia fue servida sucesivamente por los siguientes sacerdotes: Pbro. José María Céspedes, del 30 de Julio de 1879 al 25 de mayo de 1885. Pbro. Alfonso Atencio, del 25 de mayo de 1885 al 4 de septiembre del mismo año. Pbro. Domingo Alegría, del 4 de septiembre de 1885 al 29 de abril de 1888. Pbro. Santiago García, del 29 de abril de 1888 al 28 de septiembre de 1889. Estos párrocos, algunos de breve actuación, fueron santos varones que edificaron con sus virtudes a la naciente feligresía, y contribuyeron con sus afanes apostólicos a la formación espiritual y material de la nueva parroquia.
CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO
En el año de 1889 fue nombrado párroco el joven y talentoso sacerdote, notable orador sagrado, Pbro. Dr. Reinaldo S. Esculpi, quien consagrará su vida y sus energías a dar impulso y brillo a la parroquia de El Recreo. Para esta fecha, el pueblecito había aumentado el número de sus habitantes, lo mismo que Caracas, que para esa época tenía alrededor de 60.000 almas.
El Padre Esculpi se proponía levantar un templo, y trazó el siguiente plan: construir una nave central suficientemente amplia y edificar la fachada, dos capillas laterales, a la entrada -con sus correspondientes cúpulas coro y campanario. En un futuro lejano, cuando lo exigiera la densidad de población, podrían añadirse las dos naves laterales, las que completarían la estructura prevista. Este proyecto era como un sueño hace 135 años.
Había que comenzar la obra, pero antes resolver un problema. Si se demolía la ermita, ¿dónde y cómo se atendería el servicio parroquial? El Padre Esculpi adoptó un medio por demás práctico y sencillo: fabricar la nave central de la nueva iglesia dejando dentro la antigua ermita.
Y comenzó la fábrica, los vecinos prestaron su colaboración más decidida y entusiasta, se promovieron fajinas, del río Guaire se traía la arena necesaria para la mezcla. Una vez, sacando arena del río, apareció un objeto extraño, era una bota de montar, de bronce. Se estudió el caso, y la bota había pertenecido a la estatua ecuestre llamada «Saludante», erigida en vida al ex-presidente de la República, General Antonio Guzmán Blanco, en la plazoleta situada entre la antigua Universidad Central y el Capitolio. Poco antes, el pueblo había derribado la estatua, y después de romperla la tiró al Guaire. El Padre Esculpi resolvió que la bota del “Saludante” fuera fundida y con el metal se hiciera una campana para el nuevo templo. Así lo relata en una crónica el Dr. Rafael Seijas Cook, el «arquitecto poeta». La fábrica seguía adelante gracias a la generosa cooperación de sabaneros y caraqueños; las paredes iban subiendo lentamente hasta que, por fin, se terminó el techo. Y un día, derribaron la primitiva ermita y sacaron sus escombros. Ya había terminado su misión.
En esa época, a fines del siglo IXX, el Padre Esculpi trasladó los restos mortales del Padre Bolet, del Cementerio de Caracas al presbiterio de la iglesia de El Recreo, para que reposaran en el corazón de la Parroquia que había fundado.
Terminada la nave del nuevo templo se comenzó la construcción de la fachada. Para arbitrar fondos con fines benéficos o religiosos se acostumbraba organizar bazares, es decir, tómbolas, o verbenas. El Párroco organizó un bazar en el nuevo edificio del Mercado de San Jacinto, construido en 1896 por el Gobierno de Crespo. Cuando se ofreció al público el nuevo Mercado, se pasó el bazar para los corredores de la planta baja de la antigua Universidad Central, al lado de San Francisco.
El 1.° de marzo de 1896 se inauguró el Hipódromo de Sabana Grande, en los terrenos de la actual urbanización Las Delicias. Cuando la concurrencia de los que se trasladaban en coche a Sabana Grande a presenciar las carreras de caballos, delirante de entusiasmo, aplaudía los triunfos del alazán Quiebra Cacho, de Calixta, o de Vencedor, en medio de aquel torbellino humano, alegre, bullanguero y frívolo, aparecía la figura alta y austera de un sacerdote, indiferente a todo lo que le rodeaba: era el Padre Esculpi, quien, extendiendo la mano y en ella un bolso de terciopelo rojo, imploraba en un tono de voz vibrante, muy suyo: <<<una limosna para el templo de El Recreo». Y caían las monedas y llenaban el bolso. Terminada la colecta, el Padre Esculpi se alejaba lentamente para volver el próximo domingo. Así fue como se construyó la fachada del nuevo templo, y se colocó la bella imagen, en mármol, de la Inmaculada Concepción, Patrona de la Parroquia. La construcción fue dirigida por el Sr. Juan Félix Quirós y terminada el 9 de diciembre del año 1900.
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO Y VENERACIÓN A LA INMACULADA
La Parroquia tenía una vida religiosa activa. El Padre Esculpi fundó el 3 de octubre de 1890 la Cofradía de Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento y, en 1891, la Sociedad Lirio de El Recreo, para rendir culto a la Patrona, la Inmaculada Concepción de María. Asimismo, fomentó la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América.
LA PARROQUIA SANTA ROSA Y LA PARROQUIA EL RECREO
La actual Parroquia de Santa Rosa, en Quebrada Honda, tuvo su origen en una amplia capilla que construyó el Párroco de El Recreo para atender mejor el culto en aquella creciente barriada. Un amigo obsequió al Padre Esculpi un terreno frente a la capilla y él lo cedió al Arzobispado.
En ese terreno se sembraron árboles y en él se proponía levantar una estatua a la Reina Isabel «la Católica», patrocinante de la empresa descubridora de América. En este sitio funcionó el Jardín de Infancia Isabel la Católica, del Consejo Venezolano del Niño.
UN MISIONERO APOSTÓLICO Y OTROS PÁRROCOS EN EL RECREO
La Santa Sede concedió al Padre Esculpí el honroso título de Misionero Apostólico, tomando en cuenta su celo incansable y su esfuerzo constante en predicar y difundir el Evangelio, dentro y fuera de su Parroquia. En el año de 1914 fue nombrado Canónigo Doctoral de la S. I. M. El 30 de septiembre de ese año hizo entrega de la Parroquia y, años después, designado Secretario del Arzobispado, fue asiduo colaborador del Excmo. Dr. Felipe Rincón González, Arzobispo de la Arquidiócesis. El Pbro. Dr. Reinaldo S. Esculpi falleció el 20 de marzo de 1943.
El nuevo Párroco de El Recreo fue el Pbro. Manuel A. Pacheco, nombrado el 17 de diciembre de 1914, atendió la Parroquia con el mayor celo, y con ese fervor que siempre ha tenido desde los ya lejanos días de su ordenación sacerdotal, cuando era secretario y colaborador de monseñor Dr. Juan Bautista Castro, el Apóstol de la Eucaristía en Venezuela. Monseñor Pacheco fue Párroco hasta el 17 de junio de 1921, después pasó a desempeñar altos y merecidos cargos en el Gobierno del Arzobispado, también fue Protonotario Apostólico y Rector de la Basílica del Santísimo Sacramento (Santa Capilla) de Caracas.
Del 17 de junio de 1921 en adelante fueron nombrados los siguientes párrocos: Pbro. José Ignacio Rincón, del 16 de Julio de 1921 al 31 de agosto de 1924. Pbro. Andrés del Carmen Vargas, del 9 de septiembre de 1924 al 26 de octubre del mismo año. Pbro. Emiro A. Bozo, del 26 de octubre de 1924 al 10 de agosto de 1928. Pbro. Dr. Ciriaco Azconegui Franco, del 10 de agosto de 1928 al 24 de Julio de 1936. Todos estos venerables sacerdotes, en lapsos más o menos prolongados, atendieron eficientemente la Parroquia de la Inmaculada Concepción de El Recreo. El 24 de julio de 1936, el Excmo. Sr. Dr. Felipe Rincón González, Arzobispo de Caracas, quien guio sus primeros pasos de seminarista y le confirió la ordenación sacerdotal doce años antes, nombró Párroco al Pbro. Marcos H. Ferreira.
AMPLIACIÓN DEL TEMPLO: SE CONSTRUYEN LAS NAVES NORTE Y SUR
Tan pronto como el nuevo Párroco se dio cuenta de las necesidades de la Parroquia, comprendió que era urgente acometer la ampliación del templo, pues ya el primitivo pueblo de Sabana Grande empezaba a transformarse radicalmente debido a las numerosas urbanizaciones que se iban construyendo. El 21 de abril de 1937 el Padre Ferreira convocó una reunión de caballeros con el fin de instalar una Junta Pro-Fábrica de la Iglesia Parroquial, la cual quedó constituida con valiosos elementos de la localidad.
En efecto, el 22 de marzo de 1937 la referida Junta acordó iniciar los trabajos de construcción de la nave sur. Bien pronto, la feligresía se percató de la importancia de la obra comenzada y prestó toda clase de cooperación. Después de grandes esfuerzos, el 5 de abril de 1941 se bendijeron y habilitaron para el culto la nave sur y la nave central, en cuyo acto se inauguró el nuevo armónium (órgano pequeño). Los trabajos continuaron y, después de otro año de esforzada labor, se logró terminar la estructura de la nave norte, de modo que el 18 de marzo de 1942 se llevó a efecto la bendición y la habilitación de la misma. Seguidamente se ocupó el Párroco de la dotación de altares, vitrales, púlpito y de los útiles del culto, bancos, etc. El 29 de febrero de 1948, fue inaugurada la Capilla de Nuestra Señora de Coromoto.
Terminado ya el nuevo templo, el Padre Ferreira procedió a levantar el Edificio Parroquial, aprovechando el terreno que ocupaba la anterior casa cural. El 2 de septiembre de 1947 quedó habilitada la parte residencial, acometiéndose en seguida la construcción del ala destinada para la Acción Católica, Escuelas y Acción Social, la cual se terminó el 4 de febrero de 1950, pues la colectividad parroquial fue comprensiva y constante en la cooperación.
FOMENTO DEL CULTO
La ampliación del templo no fue obstáculo para que el Padre Ferreira se ocupara, sin descanso y con edificante celo, en la atención al culto de la Parroquia. Sucesivamente se fueron celebrando nuevas misas dominicales, empezando por las de 9:00 a.m., llenándose bien pronto el horario hasta la 1:00 p.m.
Cuando la Santa Sede hizo la concesión de las Misas vespertinas, se establecieron las de seis de la tarde y ocho de la noche, de manera que en esa época se celebraban diez misas dominicales, con notoria asistencia de fieles. Del mismo modo, el Padre Ferreira intensificó el culto en sus diferentes manifestaciones, la administración de sacramentos y las constantes exhortaciones en las homilías y avisos a los feligreses, en esa forma tan paternal y característica que siempre usó. También estuvo atento a la buena marcha de las sociedades religiosas, efectuándose la reinstalación de la Cofradía de Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento el 8 de agosto de 1941, que en aquel entonces impulsó el culto eucarístico en la Parroquia y la fundación de las Sociedades de Nuestra Señora de Coromoto y de la Virgen de la Medalla Milagrosa.
El movimiento parroquial durante 1936 y 1961 fue así: Bautismos 25 479; Matrimonios 5 750; Defunciones 2 691.
ACCIÓN CATÓLICA
Uno de los primeros objetivos del Párroco de aquel entonces, padre Ferreira, fue la fundación de la Acción Católica en sus cuatro ramas, que desenvolvieron una apreciable actividad, asícomo la Junta Parroquial, a la que estaban adheridas las sociedades religiosas y de acción social.
El Apostolado Seglar mereció siempre la constante atención del Padre Ferreira, quien tuvo un perseverante empeño en impulsar sus actividades. Precisa destacar la labor apostólica que el Centro de los Hombres desarrolló, con su cooperación, en las barriadas de la Parroquia, fundándose las Misas dominicales de Chapellín y Tiro al Blanco, el 3 de marzo de 1940 y el 3 de junio del mismo año, respectivamente. En este último sector fue más intensa la obra pues se construyó, en el correr de los años, una iglesia que fue la primera que se dedicó en la Arquidiócesis a Ntra. Señora de Coromoto, y que llegó a constituir el centro espiritual de aquel populoso y necesitado barrio capitalino. Fue igualmente fructuosa esta obra en Chapellín que, para los años sesenta, ya contaba con más de veintiún años de ininterrumpida actividad.
LABOR SOCIAL
Cuando el Padre Ferreira tomó posesión de la Parroquia de El Recreo, encontró funcionando la Sociedad de Caridad de El Recreo, bajo el patrocinio de San Vicente de Paúl, a la cual prestó notable impulso y cuya actuación, organizada y abnegada, hizo mucho bien entre las clases menesterosas de la Parroquia. Con la cooperación de las Damas de Acción Católica, fundó con personalidad jurídica la Acción Social de El Recreo, que con eficacia y perseverancia se dedicó a la atención de las personas más necesitadas de ayuda.
Unas veces secundando iniciativas y otras promoviendo diversas actividades, pero siempre con el respaldo de su feligresía, Monseñor Ferreira estuvo de continuo atento a las necesidades de su parroquia y así, sucesivamente, surgieron en el sector de Chapellín el Jardín Franciscano con escuela para niños y la Escuela Artesanal Don Bosco, instituciones que desarrollaron encomiable labor social y que estuvieron al cuidado de los padres capuchinos, por haber pasado a jurisdicción de la Parroquia San Judas Tadeo.
En el campo social ocupa puesto destacado la preocupación de Monseñor Ferreira por el fomento de las actividades escolares-parroquiales y así, merced a su sacrificada dedicación, estableció la Escuela Nocturna para Obreros, la Escuela para Niños y, posteriormente, la de empleadas domésticas, que funcionó con notoria eficacia.
LA PARROQUIA DE EL RECREO: MADRE FECUNDA Y GENEROSA
A medida que el Párroco Ferreira observaba el crecimiento de su feligresía, sugirió a la Autoridad Eclesiástica la creación de nuevas parroquias, nacidas de la primitiva de El Recreo. Atendiendo a las necesidades expuestas, fueron creadas por Decreto del 25 de marzo de 1952, del Excelentísimo Sr. Lucas Guillermo Castillo, Arzobispo de Caracas, las parroquias de Nuestra Señora de Coromoto, que comprende entre otros territorios el antes Ilamado Barrio Tiro al Blanco, aprovechando la simiente sembrada años atrás por la Acción Católica Parroquial, y la de Santa Rosa de Lima, con sede en la iglesia que había construido el Pbro. Dr. Reinaldo S. Esculpi.
No obstante, siendo todavía muy extensa y poblada la parroquia de El Recreo, y oído el parecer del Párroco, el mismo Excelentísimo Sr. Castillo creó el 30 de octubre de 1954 la parroquia de la Aparición de Nuestra Señora de Coromoto, cuyo templo está ubicado en terreno adyacente a la Plaza Venezuela. Esta Parroquia fue trasladada a finales de 1960 a la iglesia de San Rafael en la Alta Florida. Como persistían las causales aducidas, y también con el voto consultivo y aprobatorio de Monseñor Ferreira, fue creada la nueva parroquia titulada San Judas Tadeo, con asiento en la iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, por decreto del Excmo. Sr. Arzobispo José Humberto Quintero, de fecha 30 de noviembre de 1960.
Como se ve, la Parroquia de la Inmaculada Concepción y san José de El Recreo se siente satisfecha de haber dado origen a cuatro nuevas parroquias, que vienen a ser como otras tantas hijas que siguen dilatando por su antiguo ámbito la extensión del Reino de Cristo en las almas.
De consiguiente la Parroquia queda, en la actualidad, comprendida dentro de estos límites: Norte: Partiendo de la Avenida Libertador (en el cruce con la Avenida Las Acacias), por la Avenida Los Samanes hasta su encuentro con la Avenida Los Castaños, siguiendo por las Avenidas El Porvenir, Pueblo Nuevo, Las Trinitarias, Cantaura y por ésta hacia el Norte, hasta la Avenida Los Cedros y siguiendo por ésta hasta el Río Chacaíto. Sur: El Río Guaire, desde la desembocadura del Río Chacaíto, hasta el corte de la prolongación Sur de la Avenida Las Acacias. Este: Siguiendo el curso del Río Chacaíto, desde su contacto con la Avenida Los Cedros hacia el Sur, hasta su desembocadura en el río Guaire. Oeste: Desde el río Guaire, subiendo por la prolongación Sur de la Avenida de Las Acacias y continuando por ésta, hasta su entronque con la Avenida Los Samanes.
La Santa Sede, en reconocimiento a la meritoria labor sacerdotal en las diferentes parroquias servidas por Monseñor Ferreira le otorgó, en 1952, el título de Camarero Secreto y, en 1958, el de Prelado Doméstico de Su Santidad. En esa ocasión, la feligresía de El Recreo le rindió merecido homenaje de sincero aprecio. Monseñor Ferreira fue párroco de El Recreo durante más de cuarenta y dos años, ha sido la labor parroquial más extensa: del 24 de Julio de 1936 al 5 de enero de 1979 (fecha del nombramiento de José Noya como párroco.
PÁRROCOS ENTRE 1979 Y 2019
Del 5 de enero de 1979 en adelante fueron nombrados los siguientes párrocos: Pbro. José Noya, del 5 de enero de 1979 al 28 de junio de 1986. Pbro. Rafael Eduardo Cartaya, del 28 de junio de 1986 al 7 de agosto de 1998. Pbro. Carlos Rodríguez, del 7 de agosto de 1998 al 26 de octubre 1999. Pbro. José Luis Ayala, del 26 de octubre de 1999 al 7 de agosto de 2000. Pbro. Mons. Henry Padilla, del 7 de agosto de 2000 al 4 de enero de 2002. Pbro. Rafael Eduardo Cartaya, del 4 de enero de 2002 al 30 de agosto de 2012. Pbro. Jesús Goicocheta, del 30 de agosto de 2012 al 12 de marzo de 2019.
UN LEGADO DE FE Y ESPERANZA
Cerca del Bulevar de Sabana Grande y de la Avenida Libertador, a la vera de la Avenida Francisco Solano López, emergen los muros del templo parroquial, coronados por la imagen de Nuestra Madre Bendita, la Inmaculada Concepción: son 147 años de historia, un legado de fe y esperanza que permanece para los hombres y mujeres de hoy, para los jóvenes y los niños, y para los que estarán mañana.
En el nuevo milenio, la Parroquia de El Recreo está lejos de ser aquel remanso tranquilo de sus comienzos: su ubicación geográfica en la metrópoli caraqueña hace de ella, hoy en día, una parroquia muy visitada de lunes a viernes, un lugar de culto con fácil acceso para aquellos que van o vienen de sus lugares de trabajo, para quienes van o vienen de compras, y para los residentes del sector.
El 12 de marzo de 2019 fue nombrado Párroco de El Recreo el Pbro. Nicola Villano Tambasco. Desde su llegada ha sido un gran impulsor de las restauraciones y adecuaciones de los edificios de Complejo Parroquial.
Con gran tesón llevó adelante el proyecto del Columbario Parroquial Camposanto María, Reina de La Paz. Tanto la aprobación de este proyecto como la puesta en marcha de la construcción contaron el visto bueno del Emmo. Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, entonces Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, con lo cual se dio inicio, el 29 de diciembre de 2019, a las obras del Columbario Parroquial. La primera etapa del proyecto abarcaba la construcción del cinerario o depósito común de cenizas, obra concluida el 8 de febrero de 2020. Desde entonces, el cinerario se encuentra en funcionamiento.
DESAFÍOS POR UNA PANDEΜΙΑ
El 15 de marzo de 2020 la Conferencia Episcopal Venezolana suspendió las actividades de carácter formativo y catequético, las procesiones, fiestas patronales, peregrinaciones y actos religiosos, así como los actos litúrgicos, incluida la celebración de la Santa Eucaristía, debido a la pandemia de COVID-19 (coronavirus). Sólo hasta el 1.° de noviembre de 2020, el templo de El Recreo reabrió sus puertas a la feligresía, de manera gradual y bajo un protocolo de bioseguridad establecido por la Arquidiócesis de Caracas y cuidadosamente implantado por el padre Nicola, párroco que supo velar oportunamente por la salud y el bienestar de su comunidad sin descuidar el culto, pues las celebraciones eucarísticas continuaron en privado.
A esta reapertura, siguieron otros cierres temporales, y sucesivas reaperturas del templo, siguiendo siempre los lineamientos de la Arquidiócesis y de las autoridades sanitarias competentes. La Vigilia Pascual y la Misa de Resurrección del año 2020 se celebró a puerta cerrada, sin fieles, se trasmitió en vivo para la feligresía a través de la cuenta de la Parroquia en Instagram. Tanto la Vigilia Pascual como la Misa de Resurrección del año 2021 se celebraron en el templo, bajo una normativa de aforo limitado y protocolo de bioseguridad. Finalmente, en el año 2022, se reanudaron las tradicionales procesiones del Nazareno y la Dolorosa, el Miércoles Santo, y la del Santo Sepulcro, el Viernes Santo. Durante la Semana Santa, la multitud de fieles acompañó masivamente las procesiones, con mucho fervor, después de dos años de incertidumbres y prohibición de reuniones en masa por parte de las autoridades. En la organización de la Vigilia Pascual de 2022, el Padre Nicola supo expresar el gozo y la alegría de la Iglesia por el cese de la epidemia, pues la celebración se llevó a cabo fuera del templo, en la Plaza La Iglesia, con mucho esplendor, y con una participación fervorosa y multitudinaria de la comunidad. La pandemia comenzaba a ser cosa del pasado, un nuevo tiempo comenzaba.
LA VIRGEN DEL VALLE Y LA VIRGEN DE COROMOTO
El 8 de septiembre de 2022, gracias a la donación de la familia Reyes-Cordero, la Parroquia recibe una réplica idéntica de la imagen de la Virgen del Valle que se venera en Nueva Esparta. La imagen fue bendecida en la Misa Solemne de la memoria de Nuestra Madre Santísima.
Se adecuaron los espacios del templo para que esta imagen tuviera su capilla propia. De igual manera, la Capilla de la Virgen de Coromoto fue restaurada, los trabajos de restauración comenzaron el 12 de septiembre de 2022 y culminaron el 16 de septiembre del mismo año. Finalmente, ambas capillas fueron bendecidas por Mons. Carlos Eduardo Márquez Delima, Obispo Auxiliar de Caracas, durante visita pastoral.
UN TEMPLO RESTAURADO
El padre Nicola ha trabajado incansablemente por la restauración de los espacios del templo y de todo el Complejo Parroquial, su gestión con distintos entes gubernamentales, fundaciones, benefactores, junto al apoyo de la comunidad parroquial, ha dado provechosos frutos. En aras de que la comunidad pueda disfrutar de un lugar propicio para la oración y las celebraciones litúrgicas, el 20 de marzo de 2023 comenzaron los trabajos de restauración del templo parroquial, una obra llevaba a cabo por la Misión Venezuela Bella, Plan Iglesias Bellas, del gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros. El 23 de mayo de 2023 comenzaron los trabajos de reacondicionamiento de las áreas sociales del Complejo Parroquial. Finalmente, luego de varios meses de trabajos, el 20 de julio de 2023 se recibió la Iglesia de El Recreo bellamente restaurada, lo cual fue celebrado con una Misa Solemne de acción de gracias. La Plaza El Recreo, que está ubicada justo frente al templo, también fue recuperada como parte de esta Misión: la obra fue entregada el 4 de noviembre de 2023, en la celebración del Aniversario 146 de fundación de la Parroquia.
FOMENTO DEL CULTO
A finales del año 2023, el padre Nicola comenzó a promover la reinstalación de la Cofradía del Santísimo Sacramento, la feligresía supo responder a esta iniciativa mostrando interés en participar. Es así como el 2 de junio de 2024, en la Solemnidad de Corpus Christi, se consagraron dieciocho cofrades al servicio del Señor Sacramentado. La Santa Misa fue presidida por el Excmo. Mons. Lisandro Alirio Rivas Durán, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas.
El apoyo del párroco al culto eucarístico ha sido continuo, no solo brindando el asesoramiento pastoral, sino apoyando también en lo material: el antiguo palio parroquial ha sido restaurado y próximamente será utilizado en las procesiones con el Santísimo Sacramento por las calles de El Recreo.
CAMPOSANTO MARÍA, REINA DE LA PAZ
Este es el nombre dado al Columbario de la Parroquia Inmaculada Concepción y san José, el cual fue propuesto por el recordado párroco de El Recreo, Excmo. Mons. Henry Padilla, cuando la obra tan solo era un proyecto.
La construcción del Columbario Parroquial fue gestionada por el Padre Nicola, actual párroco. La obra se concluyó exitosamente y fue bendecida e inaugurada el 30 de junio de 2024 por el Excmo.. Mons. Carlos Eduardo Márquez Delima, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas. Y desde entonces se encuentra en funcionamiento, con una capacidad de XXXXXXX nichos y cualquier otro dato que se quiera incluir.
OBRA DE MISERICORDIA
La Parroquia Inmaculada Concepción y san José de El Recreo, a lo largo de su historia, ha brindado atención a las personas más necesitadas de la comunidad, desde sus inicios, a través de la Sociedad de Caridad de El Recreo, bajo el patrocinio de San Vicente de Paúl. Hoy en día, la Parroquia de El recreo continúa este legado profundamente evangélico, el padre Nicola ha sido promotor de la misericordia mediante la denominada <<<Operación Kilo», invitando a la feligresía a donar alimentos no perecederos, que luego son empacados y entregados por servidores parroquiales a aquellos de entre nosotros que de otra manera no podrían adquirirlos: Dar de comer al hambriento es una obra de misericordia.
Gracias al apoyo de la comunidad parroquial y otros bienhechores, se la logrado compartir alimentos con miembros de grupos de apostolado, ancianatos de la zona, orfanatos y personas necesitadas.
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL RECREO
En una época de grandes avances en la tecnología de la información y de comunicación a través de redes sociales, el padre Nicola se ha esforzado para que la Parroquia de El Recreo participe en esa nueva forma de gestión y de comunicación que los tiempos reclaman: Ha implantado el sistema de gestión de información Ecclesiared, mediante el cual se busca cuidar, proteger y conservar de por vida la información de los archivos parroquiales y tener un rápido y fácil acceso a ellos; ha puesto a disposición atención por despacho virtual, a través de WhatsApp y, también, ha creado y mantiene activo un grupo parroquial abierto a la feligresía en esta misma red social. Adicionalmente, mediante la cuenta en Instagram, la Parroquia se comunica de manera activa y en tiempo real con sus fieles, informando sobre los aconteceres de interés común y recibiendo los comentarios e inquietudes de la feligresía.
ACTIVIDAD PARROQUIAL EN LA ACTUALIDAD
Hoy en día, la Parroquia Inmaculada Concepción y san José es una activa comunidad de fe, en donde los laicos junto al clero: padre Nicola Villano, actual párroco; Mons. Héctor Maldonado, adjunto parroquial; Diacono Virgilio Cartagena, van construyendo juntos un camino que llega a la Vida Eterna.
Los apostolados parroquiales activos actualmente son los siguientes:
A través de las transformaciones vividas por la Parroquia de la Inmaculada Concepción y san José de El Recreo, desde su fundación, hace 147 años, hasta el presente, se advierte la obra perdurable de la institución parroquial debida al esfuerzo perseverante de los sucesivos Párrocos que la han servido; si al correr del tiempo el olvido llegase a borrar sus nombres, siempre quedará presente, como llama inextinguible, el celo y el espíritu sacerdotal que, con la gracia de Dios y el concurso de los fieles, les permitió realizar las obras que en estas páginas se han reseñado.
Página web desarrollada con el sistema de Ecclesiared